Carta a un amigo.

            Querido amigo:

        No veas la que hemos liado un año más, amigo mío. Y es que con esta ya son diez, que aunque nueve años, son diez carreras. Aún recuerdo ese nudo en la garganta a la hora de la presentación de la primera edición, ya que lo sucedido estaba muy cerca. Caras tristes y felices al mismo tiempo de realizar nuestro acto de homenaje. Y el que fue el comienzo de un batallón de personas que colaboraban y participaban ese día. Todos querían

echar una mano, fuera donde fuera, fuese donde fuese, lo importante era participar y sentir que estabas aportando algo a ese día.

        Y ya ves, hemos seguido hacia adelante. Y carrera tras carrera nos hemos ido superando y haciendo del Memorial una parte importante dentro del calendario local, comarcal, provincial e incluso regional. Fíjate, tenemos al tricampeón que este año nos ha pedido correr con la camiseta de  nuestro Club. Sí, un corredor que viene desde Madrid, cierto es que atraído por los premios, pero que se ha ganado nuestra amistad. Que lujo, ver la línea de salida con tantos corredores y corredoras de alto nivel. Y que lujo ver ese gran número de Atletas Populares preparados para la salida entre risas, nervios y concentración.

       Aunque haya sido la décima, tengo que decir que las sensaciones han sido las mismas, querido amigo: tensión, stress, nervios, felicidad por ver a tanta gente implicada desde las primeras horas de la mañana, aún todavía sin amanecer, trabajando para que a la hora de salida estuviera todo preparado.

         Después de tantas carreras Alameda arriba, Alameda abajo, después de anunciar infinidad de veces el lugar de la recogida de dorsales, el guardarropa, las duchas, etc. y coincidiendo con la llegada del grupo de corredores populares, como cada año me aparto para hacer una visión global de la Alameda. Me sitúo casi al principio de la alfombra roja y miro hacia el Cinco de Oros y  siento  que un escalofrío recorre todo mi cuerpo y me hace pensar en tantas cosas.

         La decoración de la Alameda con la vallas, la alfombra roja, los dos globos que tenemos montado, esa cantidad de público aplaudiendo a los corredores y a las corredoras, gente de nuestro Club que suelen ser los hijos y las hijas de algunos de nosotros entregando medallas y dando la enhorabuena a todos y a todas en la llegada. Los atletas y las atletas subiendo hacia el cinco de oros para tomar su refresco con la cara de felicidad de haberla terminado bien. Todo eso hace, como te he dicho antes, que un escalofrío me recorra el cuerpo y piense que todo el esfuerzo realizado ha merecido la pena.

         Y es que nuestra carrera, aun luchando con otras dentro del calendario provincial, sigue manteniendo sus adeptos. Y eso me hace pensar que puede seguir y perdurar en el tiempo, sin importarnos el esfuerzo. Aunque algunos lo notemos más debido al paso de los años.

         Por eso querido amigo decirte que debemos de estar orgullosos de mover a tanta gente y de hacer lo que hacemos para seguir homenajeando a nuestro gran amigo Pepe. Y quiero que sepas que sin tí no sería lo mismo.

          Y aunque el día de la carrera lo dije en público, hoy lo digo por escrito y a boca llena: GRACIAS JUAN ANTONIO por tu implicación y tu trabajo, es un honor trabajar contigo.

 

 

Pepe Triviño Gomez.